UNA MIRADA NUCLEAR A LATINOAMERICA
La provisión de energía es un desafío planetario que junto al calentamiento global, se han convertido en grandes y urgentes retos que amenazan la seguridad planetaria, que, sumado a la demanda creciente de energía ...

POR UN FUTURO CON ENERGIA SOSTENIBLE
La Tierra, nuestro planeta, hogar de los seres humanos y otros seres vivos que, junto a la atmósfera y los océanos, hacemos parte de un gran ecosistema con una intensa y mutua interacción termodinámica interna, y en permanente reordenamiento ...

LIMPIA Y SOSTENIBLE
Mundo inmerso en los hidrocarburos, carbonizado y poluto. Mundo en contaminación permanente con emisión de gases de efecto invernadero, residuos tóxicos y cambio climático...
La Tierra, nuestro planeta,
hogar de los seres humanos y otros seres vivos
que, junto a la atmósfera y
los océanos, hacemos parte de un gran ecosistema con una intensa y mutua interacción termodinámica interna, y en
permanente reordenamiento, con modificación en su organización y naturaleza,
una superestructura disipativa continua de energía, un sistema relativamente
abierto, como diría Ilya Prigogine, premio Nobel de química en 1.977.
Y, nosotros, sus pobladores, vivimos
en profunda desigualdad y marcada inequidad, con sociedades altamente
desarrolladas e industrializadas, energíboras, devoradoras de grandes
cantidades de energía, con millares de Terawats/hora, quemadoras
indiscriminadas de hidrocarburos que poluciona y maltrata a la diosa griega
GEA, la diosa Tierra, o, a la diosa PACHAMAMA, la madre tierra, la de los
pueblos indígenas de Centro y Suramérica, y, por otro lado, comunidades
enteras, grandes poblaciones que carecen del servicio moderno de energía, como
la electricidad y los combustibles industriales.
Son casi dos mil millones de
habitantes sin electricidad en el planeta, excluida de la civilización y
alejada de cualquier posibilidad de futuro, pues su misma pobreza no le permite
siquiera soñar con disponer algún día con el maravilloso servicio.
Desde hace varias décadas
atrás, algunos sectores han tomado conciencia de la finitud de nuestro planeta
y, con él, las limitaciones de nuestros recursos que estamos agotando
aceleradamente en procura del desarrollo,
ese complejo mundo de actividades conducentes a la procura del bienestar
material, pero que estamos transgrediendo minuto a minuto esos derechos que
tenemos todos, en especial, las generaciones del futuro, a tener un buen
hábitat, aire puro, seguridad alimentaria, seguridad energética y una buena
vida.
Es urgente, por tanto, para el mundo de hoy,
intensificar las medidas para mitigar los efectos de la contaminación como el
incremento de la temperatura media del planeta de uno a cinco grados Celsius en
los próximos cien años, con las consiguientes consecuencias como el aumento en
el nivel del mar, aumento en frecuencia e intensidad de fenómenos climáticos
extremos, como huracanes, sequías, inundaciones tsunamis, etc.
Por eso, si no aceleramos las
medidas urgentes hacia una energía sostenible, el futuro energético del planeta
estará seriamente en peligro.
Frente a este complicado
escenario energético presente, y con la urgencia de asegurarnos un buen futuro
energético y ambiental, la ONU declaró
el 2.012 como el año Internacional de la
energía sostenible, como lo afirmó en su resolución 65/151 de la 69 ava
sesión plenaria del 20 de diciembre de 2.010.
La ONU, conciente de la seria amenaza que se
cierne sobre la civilización, se comprometió en apoyar un cambio profundo en el
actual sistema de producción energética – sistema de los hidrocarburos -,
direccionando los cambios hacia la diversificación de los combustibles,
eficiencia y seguridad energética y la reducción en el uso intensivo del
carbón, del petróleo y gas.
En la toma de una nueva
conciencia ante nuestro mundo, y
adoptando el desarrollo sostenible, en especial las nuevas energías, el mundo
se encaminará hacia una nueva economía y una nueva sociedad más equitativa.
La ONU le declaró al mundo en
el pasado 2012 que su deseo es tener como principales fuentes energéticas al
sol, al viento, la biomasa y la geotérmica. Solamente así se podrá disminuir la peligrosa y
permanente amenaza de las emisiones de CO2 que afectan al planeta y entonces, y,
solamente entonces, existirá la posibilidad futura de una autosuficiencia
energética en gran parte del planeta.
Pero dado que el sistema
económico mundial está basado en el mercado,
entonces será éste el encargado de seleccionar qué clase de tecnologías
serán las primeras en salir en esta carrera por conseguir descarbonizar al
planeta.
Actualmente, más de cien
países adelantan programas de inversión y desarrollo en energías renovables.
China, incluso, adelanta a los Estados Unidos en materia de inversión. Y, en
Europa, como todos sabemos, hay fuertes incentivos para su desarrollo, como
quiera que hoy el 12% de su energía eléctrica consumida proviene de fuentes de
energía sostenible.
A los europeos les tocará
luchar entre los 27 países de la Unión Europea por lograr una homogenización
energética, pues mientras Polonia depende en un 90% del carbón, en Alemania la
situación es la contraria.
Recordemos, también, que en
los Estados Unidos el 60% de su
generación eléctrica se hace en base a carboeléctricas.
De todas maneras, lo que se
plantea en términos genéricos de sostenibilidad, es la propia supervivencia de
la especie humana sobre el planeta, al verse en peligro su civilización, su
cultura, la sociedad toda, por ese profundo daño que le estamos infringiendo a
la naturaleza, aunque sea los países ricos los que más contaminen y los pobres
salgan los más perjudicados.
Nuestra esperanza es que la
ONU pueda ejercer un liderazgo fuerte a nivel global, construyendo consenso
planetario entre las naciones y se logre una justicia climática, tanto para
nuestra especie humana, como para con la diosa GEA, o la PACHAMAMA, a la que
pertenecemos.
Excelente blog!